Reseña de libros

El sueño de Eichmann

Michel Onfray viene a sorprendernos con este pequeño ensayo en forma de obra de teatro en la que podemos aprender, de forma amena y divertida, sobre el imperativo categórico de Kant, una buena forma de estudiar filosofía para aquellos lectores no eruditos en filosofía y, a su vez, adentrarnos en la historia de la Alemania nazi.

Por un lado en la obra de Onfray tenemos a Eichmann, quien fue uno de los principales autores intelectuales de la solución final del holocausto, cosa que choca abiertamente con la moral kantiana. Por otro lado, tenemos a Nietzsche, una figura a la que se le ha atribuido erróneamente ideas de nazismo y antisemitismo, cuando, en realidad, Nietzsche defendió a los judíos, repudió a los antisemitas y a los nazis, incluso a su hermana por haberse alistado a las filas del Partido Nacional Socialista Alemán. Resulta por tanto sorprendente descubrir que en el libro Eichmann en Jerusalén de Hannah Arendt, donde se narra el proceso de interrogatorio de Eichmann que tuvo lugar en Israel, el criminal de guerra se reivindicaba no solo como nietzscheano, sino además como kantiano, reivindicación que produce tanta estupefacción que merece ser estudiada en detalle. ¿Entendió correctamente Eichmann la moral kantiana?

Hannah Arendt opinaba que Eichmann no había comprendido a Kant, y no le faltaría razón, pero si analizamos la obra de Kant, resulta sospechoso que en toda su obra no exista un derecho ético y político a desobedecer, ¿podría darse un kantiano nazi?

Para aquel que no lo sepa, repasemos que dice el imperativo kantiano. Literalmente: «Obra de manera tal que la máxima de tu voluntad pueda al mismo tiempo valer como principio de una legislación universal». Eichmann deberá tener mucho cuidado con esta máxima, puesto que Kant en su obra ya diferenció entre la simple legalidad y la moralidad, la cual considera preferible ya que esta supone la pureza de las intenciones. De ahí la diferencia entre el deber legal y el moral. Eichmann se defenderá diciendo que él actuó por deber, sin cuestionar ninguna de las ordenes que recibía de sus superiores. ¿A qué tipo de deber estaba obedeciendo? Obviamente cumplió con la legalidad, dejando de lado la moralidad, obedeciendo ciegamente. ¿Fue esto culpa de Kant?

Lo que estoy diciendo aquí parecería una locura pero, ciertamente, en la obra de Kant no dice que haya que examinar el contenido de la ley antes de obedecerla. Es posible que a Kant le faltara especificar un poco más qué quiso decir en su obra y en qué casos aplicarla, pues de lo contrario, este principio serviría para justificar cada uno las atrocidades de cada país. Tal es así que el imperativo de Kant fue tomado como base por el jurista nazi Hans Frank para reformularlo de la siguiente manera:

Obrad de tal manera que el Führer, si tuviera conocimiento de vuestros actos, los aprobara.

A medida que seguimos leyendo, seguimos preguntándonos ¿Eichmann leyó mal a Kant? Onfray están convencido de que no, más si tenemos en cuenta que Kant fue el pensador de la obediencia ciega a la autoridad, lo cual limita la rebelión exclusivamente al ámbito interno del pensamiento. Ninguna de estas justificaciones salva a Eichmann de la culpabilidad de sus acciones, ni tan siquiera podemos saber si a él mismo le parecía una aberración, si estuvo arrepentido o si le reconcomía la culpa en sus ratos de soledad. Lo que sí sabemos es que Kant justificaba la pena de muerte para aquel que era considerado culpable de un crimen. Y eso es lo que Eichmann obtuvo. Pero, ¡pobre Eichmann!, ¿Qué podía hacer ante estas potentes palabras de Kant?

Razonad cuanto queráis y sobre todos los temas que os plazca, pero obedeced.

¿Qué es la ilustración?

Más aún, en otra de sus obras, Kant escribe:

Obedeced a la autoridad que tiene poder sobre vosotros.

Doctrina del derecho

El mismísimo Kant, con el cielo estrellado sobre él, y la moral dentro de él, prohíbe que el pueblo se rebele ante los abusos y los actos más atroces cometidos por un tirano. Veamos el siguiente texto:

El principio de deber que tiene el pueblo de soportar abuso del poder supremo, aun cuando resulte insoportable, consiste en que su resistencia contra la legislación suprema nunca puede alcanzar la ilegalidad y mucho menos terminar anulando toda constitución legal.

Doctrina del derecho

Tras leer estas palabras, a Eichamnn solo le quedaba la esperanza de que el cambio solo se produjera desde dentro. El Führer era el único capaz de reformar su propia política. A Kant le habría hecho falta en su filosofía mostrar el derecho a la rebelión, a resistir y a decirle no a las leyes. Es por esta razón por la que en El sueño de Eichmann, se encuentran estos dos personajes -Eichmann y Kant- en una gran disputa acerca del imperativo categórico.

La escena de este diálogo tiene lugar en la celda de Eichmann, cuando está esperando a ser sentenciado a muerte y se le aparece Kant. Ambos discutirán fuertemente acerca del sentido de las palabras de Kant, discutirán sobre si Eichmann lo entendió correctamente o si fue Kant quien no supo ver la utilidad práctica que tendrían sus palabras. El personaje de Nietzsche aparece en la obra de forma abrupta lanzando, a su vez, comentarios impertinentes, socarrones, cuya función será sentenciar y ridiculizarlos a ambos. ¿Quién ganará este combate de boxeo dialéctico?

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